En su discurso ante los periodistas, Ignacio González lamentó la campaña de descrédito y las voces discordantes hacia el empresariado por su reivindicación de las grandes infraestructuras pendientes (anillo insular, segunda pista del reina Sofía, Granadilla, trazado eléctrico...) Una actitud que contrastó claramente con el espíritu reinante en el anterior almuerzo que sostuvo con los directores de los medios de comunicación antes de los grandes fastos de Granadilla, con don José Rodríguez encendido y a punto de colgarse de las lámparas del Mencey llamando a la guerra santa contra el canarión infiel. No salió bien la campaña, a lo que se ve, y se lamentaba Ignacio González, pero volvió a insistir en que si piden esos proyectos no es por intereses ocultos, sino por las oportunidades de desarrollo de Canarias. Y un mensaje a los políticos, no tiene cabida el inmovilismo y la indecisión. 2005 debe ser año de hechos y no de palabras. Y especificidades, y mercado único y hacer región, siempre en plural, pero sin Z ni nadie que le representara. Qué raro.