Rechazan por completo dentro de Coalición Canaria nuestra atravesada tesis de que la bala perdida del CCN en la candidatura de CC en el Cabildo de Gran Canaria saliera de la recámara de Paulino Rivero para asustar a los socialistas y otros cargos electos de mal vivir y peor recordar. A ellos que los registren, nos insisten argumentando que el tal Juan Domínguez, consejero electo del CCN dentro de la lista de CC, es persona que ni controlan y que, la misma noche del 22-M, ya se ofreció a Bravo de Laguna, del PP, para lo que quisiera o quisiese mandar. El papelón del CCN grancanario ha cabreado tanto que una vez retomadas las negociaciones por la gente con mando en plaza de la coalición han decidido que lo mismo lo dejan fuera de cualquier parcela de poder, entendiendo tal acepción por aquella que tiene su origen etimológico en similar palabro que empieza por jota. El candidato que inicialmente iba en la lista del CCN, antes de la estelar aparición del tal Domínguez, fue expulsado por ese partido en víspera del cierre de candidaturas, y el hombre, en lugar de irse para su casa apesadumbrado, cabizbajo y meditabundo, se presentó en la sede de CC diciendo que él es el macho de las cañadas y que, para demostrarlo, se presentaba con cuarenta fichas de presuntos militantes que ya están revisando a ver quiénes son, de dónde vienen y a qué dedican el tiempo libre,