José Montilla, el ministro de Industria, tiene el expediente del gas canario encima de la mesa. Soria y Mauricio no gozan, es la verdad, de mucho predicamento en aquella casa. O en ninguna del Gobierno de Madrid, por ser más precisos. Por lo pronto, Montilla ya ha ordenado parar y no dar un paso en la gasificación de Canarias sin su conocimiento. El informe de viabilidad pasa por cumplir lo pactado entre el Gobierno de Canarias y Endesa y ampliar el capital como es menester y no como imagina Mauricio. Adán, es sabido, no tiene prisas. Y conoce los acuerdos, que para eso fue el firmante en los tiempos que tenía a Román como presidente.