Nos escribe con mucho tronío el padre de la militante socialista María Armingol, de la que hablábamos este viernes en nuestros cotidianos comentarios sobre el ir y venir del socialismo canario. La defiende el hombre de los ataques proferidos desde sectores del PSC que el señor Armingol considera “ratoneros”. No le vamos a quitar la razón porque de eso hay en todos los partidos y un padre es un padre. Nosotros, vaya por delante, nada tenemos contra la señora Armingol, sobre todo porque no la conocemos de nada. Nos limitamos a relatar que tras unos años de militancia en el PP (nos aseguran que fueron ocho) ha recalado en el PSC y, en una desafortunada comparación con Mercedes Roldós, dijimos que ha llegado y ha besado el santo. Una manera de decir que ya está bien situada como militante cualificada dentro del socialismo canario. Eso, de entrada, ni es despectivo ni es para tirar voladores.