Suponemos que tras la declaración de este jueves de la magistrada María de los Ángeles Zabala ante el juez instructor de su causa, Fernando de Lorenzo, la investigación estará a punto de terminar. Si bien es cierto que la denuncia la interpone el Ayuntamiento de Telde por lo ocurrido con Canal Telde, no hay que olvidar que lo mismo padecieron Radio Cibelio y PCL Radio, y que el delito que se imputa es perseguible de oficio, lo que podría dar lugar a otras diligencias complementarias. Como tampoco convendría olvidar, fundamentalmente por salud democrática, cuál es el origen de esta causa: una denuncia que interpone un particular jaleado por el entorno fatal de Guillermo Reyes, esa calamidad pública que no se ha marchado de la política a pesar del inmenso daño que causó a esa ciudad en el negro periodo de 2003 a 2007. El denunciante ha reconocido ante el juez no tener ni puñetera idea de lo que es un delito contra la propiedad intelectual, que viene a ser lo que denunció tomándose la molestia de ir desde Telde hasta Santa María de Guía para que su denuncia cayera en las manos precisas. Esos guardias civiles tan precisos montaron un operativo muy especial, consistente en apostarse durante una hora a la puerta de Canal Telde para comprobar que a esa emisora entraba y salía gente, como recoge en su escrito de petición de nulidad de actuaciones el fiscal Antonio Amor. A partir de ahí pidieron a la juez que los dejara entrar y llevárselo todo por delante. La juez accedió y pasó lo que pasó.