Suárez Gil se presentó ante la prensa asegurando que sus amigos, que cuenta por millones, le han pedido que vuelva de su dorado retiro en Miami para echar una manita ante las elecciones camerales de este mes. El objetivo es ganar, pero no para mejorar la gestión de la corporación, ni para contribuir desde ella a generar más riqueza, más empleo o soluciones para la crisis, sino para desalojar del poder a Ángel Luis Tadeo, al que acusó de haber incumplido unos pactos cuyo alcance se nos escapa. Dice el Zorro que Tadeo llegó a presidente gracias al apoyo de las pymes que siempre ha presumido representar el traicionado, lo que contrastaría con algunas votaciones celebradas en la Cámara, especialmente aquella que arrojó un elocuente 32-4 a favor de la destitución del mismísimo Suárez Gil como vicepresidente. Dijo además el Zorro que él no se presenta a estos comicios, aunque reconoció que sí lo harán en sus epígrafes correspondientes algunas empresas de las que es accionista. No desveló quién será el presidente de esa Cámara que él apadrina con tanto ahínco, pero ya les adelantamos nosotros que el ungido es Luis Hernández, al que Román Rodríguez le tiene prometida la gerencia de la empresa del tren.