Pero la situación se complicó a mediados de 2006 cuando suspendió sus operaciones Cementos del Archipiélago, que dejó de suministrar en la isla de Gran Canaria. Esa decisión dejó en situación monopolística al grupo Cementos Especiales de las Islas (CEISA). “Desde entonces”, explica un constructor afectado, “las empresas almacenistas, constructoras, prefabricados, hormigoneros y otras del sector de la construcción, se han quedado indefensos frente a los abusos por las condiciones que impone el grupo CEISA”, que pertenece en un 50% al grupo cementero mexicano CEMEX. A CEISA pertenecen Cementos Especiales de las Islas, Hormisol Canarias, Granintra, Preincan, Cementos Insulares y Cementos de Gran Canaria. La primera medida es la ya comentada subida de precios en los materiales, y la segunda, la imposición de nuevas fórmulas de pago que amenazan con ahogar a los más pequeños.