Las casualidades son muy puñeteras, pero no dejan de ser casualidades. Un lector nos envió este miércoles la fotografía de al lado. Se puede apreciar cómo un camión de una empresa especializada en desatascos operaba a las puertas de la sede del CCN en El Sebadal. Descartamos que hubiera problemas de estómago ante el repentino anuncio de que el CCN podría representar al PIL en el debate televisivo de candidatos a la presidencia. Preferimos fijarnos en el nombre de la empresa desatascadora: Desatascos Guillén. Y, de repente, se nos viene a la mente lo ocurrido en ese tan nombrado barrio de Arguineguín, donde esta empresa operaba en nombre del Ayuntamiento durante las investigaciones judiciales. De ellas se dedujo que Guillén descubrió que Arguineguín está podrido en sus entrañas, que las redes de saneamiento amenazan a una buena parte del barrio. No hemos escuchado ni al alcalde ni a los suyos mostrar la menor preocupación por el asunto. Ni a Desatascos Guillén tampoco, que quizás debería ponerlo en conocimiento de quien corresponda.