La decepción reinaba este viernes en el entorno de Rafael Bittini, quien de repente veía cómo se esfumaba la posibilidad de meterle otro cuerno a la Administración de tres o cuatro veces el tamaño de Tindaya. También imaginamos que ha habido crujir de dientes en todos aquellos despachos donde ha habido maletines de entrega a cuenta o promesas de maletines repletos de billetes si prosperaba el asunto. Uno de esos sitios donde el desánimo se apoderó de todo fue en Barrilete Broadcasting Radio, la emisora que Bittini prometió financiar hasta el fin de los tiempos si le apoyaba con la pasión con la que lo hizo durante todo el tiempo que duró el pulso político y judicial. Tanta pasión pusieron en el empeño, tanto remaron en favor de las tesis del dueño de la cantera non nata, que hasta tuvieron que defender los disparates de Luis Soria en la materia. Y, a mayor abundamiento, el principal tuno de la tuna hasta se atrevió a acusar al magistrado Javier Varona, que intervino en el proceso para permitir al Gobierno un aplazamiento en el pago, de haber prevaricado.