La presunta existencia de esos sandwiches sólo disponibles para los concejales del Grupo de Gobierno sumergió este viernes a los ediles capitalinos en una pequeña disputa que fue seguida por las risas del público. La concejal de CC-Compromiso-dile-que-sí Nardy Barrios reprochó a la alcaldesa que en las instalaciones del auditorio existan unas dependencias sólo accesibles para los concejales del PP donde se dispensa reconfortante papeo. La alcaldesa Luzardo respondió que ella personalmente sólo se ausentó “un par de veces y por poco tiempo”. O sea, insuficiente para darse un homenaje gastronómico. Y Carolina Darias, del PSC, aseguró que eso de los bocatitas son como las brujas gallegas, que existen seguro. Pero, en aplicación de la teoría generalizada, si no se tiene derecho a estar en la Comisión de Gobierno ni a usar la sala de prensa, mucho menos se puede optar a comer a costa del presupuesto que tan acertadamente maneja el grupo municipal de gobierno.