Empiezan a dar pena los periodistas y los políticos tinerfeños que se han empeñado en defender de modo patético la teoría de la conspiración socialista para explicar el escándalo de Las Teresitas. La detención del abogado Mauricio Hayek y las primeras noticias de que pudiera existir incluso documentación acreditando el pago de comisiones ilegales a políticos de distinto signo, refuerzan las tesis de que nos encontramos ante un caso arquetípico de corrupción política y empresarial al viejo estilo, es decir, con maletines y hasta con cuentas en paraísos fiscales e inversiones allende los mares para traer el dinerito blanqueado para acá. Como ganarse la lotería, vamos. Felicitamos una vez más a los periodistas y políticos de la conspiración que señalan a López Aguilar como implacable Eliot Ness, y esperamos nuevos acontecimientos.