Poco a poco se van confirmando las informaciones adelantadas por este periódico acerca de los desmesurados, extraños y a veces ilegales costes de las empresas públicas de Canarias. Uno de los aspectos publicados aquí fue el cobro indebido por parte del gerente de Grafcan de dos conceptos de antigüedad, uno como funcionario en excedencia de la Comunidad Autónoma y otro como gerente de la empresa pública reseñada. Pizarro ha reconocido esos extremos y, según el consejero responsable de Grafcan, Domingo Berriel, ya ha devuelto los dineros indebidamente percibidos. Siempre según Berriel, la cantidad indebidamente cobrada es de 90 euros al mes, lo que supone que al menos habrá tenido que devolver 2.700 euros, si tenemos en cuenta que la irregularidad fue descubierta al analizar las cuentas consolidadas de 2008, a lo que hay que sumar todo 2009 y lo que va de 2010. Un despiste de al menos treinta meses durante los cuáles este buen señor jamás tuvo un minuto de asueto para consultar sus nóminas.