Daniel Fernández de Salamanca es, según consta en la denuncia ante el Juzgado, el autor de un correo electrónico que recibe Wilebaldo Luis Yanes en el que se espefica cómo pretendían que fuera el reparto societario de la empresa que explotaría el negocio eólico una vez conseguido. Ya saben que a “los políticos” se les otorgaba un 10% del pastel, lo que equivaldría a 12 millones de euros. Fernández de Salamanca es aparentemente el cerebro de la operación, o al menos el que más sabe del asunto. Aterrizó en Gran Canaria al socaire del concurso eólico, se instaló en una nada confortable nave en El Sebadal desde la que iba recibiendo y cursando instrucciones. Llegó a constituir numerosas sociedades con muchos empresarios de aquí para poder optar al máximo de potencia eólica. Es economista y, aparte de su intervención en este asunto, nada más se ha vuelto a saber de él por estos pagos.