José Miguel Pérez, el presidente del Cabildo, ha dado órdenes a los suyos de que se aparten lo más lejos posible del concurso del pabellón multiusos que habrá de ser sede de algunos partidos del Mundobasket 2014. Es un asunto que ha llevado Nueva Canarias y es a ese partido a quien está correspondiendo la dura tarea de lidiar con auténticos gurús de la obra pública europea, como Fomento de Construcciones y Contratas, Dragados y Constructora San José, entre otras. No es moco de pavo el contrato, porque estando como está en estos momentos la contratación pública, 60 millones de euros es para tirarse en plancha. De ahí que unas cuantas empresas, disconformes con el fallo del concurso, se hayan lanzado a recursos especiales y desde el Cabildo se haya amagado con no llegar a tiempo al mundial de baloncesto por culpa de tales iniciativas legales. Las presiones que cuentan los empresarios son repugnantes, y provienen tanto de la propia institución como del periodista cósmico en cuestión, que desde una radio y desde sus columnas en Canarias7, que ha cobrado por adelantado desde ahora hasta el año que viene, ha llamado a esas empresas de todo menos bonitas. Dicen los afectados, que han llegado a presentar escritos denunciando estas presiones, que los han tratado de situar como godos colonialistas que sólo vienen aquí atraídos por la rica miel de un concurso publicado en el boletín de las Comunidades Europeas, como es preceptivo.