La idea de conceder una medalla a la UIP no nació hace un año, qué va. Es muy reciente, de un par de meses, cuando ya se sabía que el alcalde de Santa Cruz había sido denunciado por la Fiscalía Anticorrupción por una serie de actuaciones presuntamente delictivas. Por lo tanto, no cabe pensar en la ingenuidad a la hora de valorar la iniciativa municipal. Lo que se nos escapa del todo es qué persiguen la Delegación del Gobierno y la Policía aceptando esta medalla en estos momentos, en lugar de solicitar muy cortesmente que sea impuesta después de las elecciones, en ese periodo de descompresión que va del 27 a la constitución de las nuevas corporaciones. El PSOE sigue acertando de pleno en su estrategia de ponérselo difícil a sus propios candidatos. Nuestra más sincera enhorabuena de nuevo.