Todos los dirigentes del PSC coinciden en elogiar el trabajo de Blas Trujillo en cualquiera de los destinos que ha tenido que asumir en su larga trayectoria política. Su vocación principal es la de diputado nacional, pero ha apechugado con todos los encargos que ha recibido, incluido el Cabildo de Gran Canaria, al que concurrió cuando el PSOE en esa isla pasaba uno de sus peores momentos. Todos los que le conocen saben que no le entusiasman los modos de López Aguilar, pero ha procurado ejercer con la mayor lealtad. Sin embargo, se le atribuyen algunos errores que han acabado por precipitar su dimisión como portavoz parlamentario. El más sonado de esos errores es reciente, de algo menos de un mes, cuando dijo que había que acometer una reforma del REF, lo que ha servido para que PP y CC, sobre todo CC, haya encontrado un filón del que sacar rédito político, tanto si se consigue abrir el debate de la reforma como si se frustra.