Como recordarán, no es esta la primera vez (ni será la última) que el PP del Puerto de la Cruz se rompe en varios cachos ante una contienda electoral. Pero ahora los navajazos podrían llegar a ser más cruentos porque, por primera vez en décadas, hay posibilidades de tocar machito del bueno. Por eso todo el mundo espera un lunes verdaderamente agitado porque será el lunes cuando el partido haya de tomar una determinación. A Ledesma le da igual porque nadie le arrebata, por ahora, el número uno, conseguido por designio cuasi divino. Pero ¿qué pasará con Luis Miguel Rodríguez? Porque no todos los miembros del Comité Local están por la labor, especialmente los afines al anterior presidente, el empresario Sebastián González, que planteó un contencioso en el juzgado precisamente por manejos de censos y zarandajas varias. Y eso es lo que temen Afonso y compañía: que el Comité Local no apruebe la candidatura y el dictamen llegue a la insular con notable grado de rechazo. Y allí estará doña Cristina y don Manuel Fernández para imponer la paz de los cementerios.