Un exhaustivo informe de la Intervención General del Estado, desmenuzado para sus lectores estos días por el periódico Canarias7, confirma hilo por pabilo todas las sospechas de Emilio Mayoral con respecto a la gestión en la empresa Sestiba. El gerente de esa compañía mixta de mayoría de capital público, Pepe Olivares, hizo y deshizo a su antojo con la permisividad de un consejo de administración y de un presidente de la Autoridad Portuaria, José Manuel Arnáiz (¿se acuerdan? es aquel magnífico gestor que muchos elogiaron) que ya están tardando en dar explicaciones. Mayoral despidió a Olivares por tres causas ahora ratificadas por la Intervención General del Estado: por subirse el sueldo por la cara, por agenciarse un coche de alta gama con un renting no autorizado y por aplicar un sospechoso modelo de financiación a la operadora La Luz Market, participada por el poderoso empresario Germán Suárez.