Estábamos tardando mucho en tener noticias de José Luis Mena, el cerebro responsable del Urbanismo del muy ilustre Ayuntamiento de Telde, de nuevo en manos de los Reyes y del Partido Popular, ahora en sociedad con Coalición Canaria para mejor proveer. Imputado en varias causas de corrupción, como Doramas o Faycán, José Luis Mena ha regresado por sus fueros con la protección necesaria para creerse nuevamente impune, tomando, eso sí, las debidas precauciones, no vaya a ser. De entrada ha decidido ponerse del lado de los buenos, es decir, de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a los que dice haber llamado para que se pasen por las oficinas de Contratación este mismo lunes a ver si los agentes del muy benemérito cuerpo consiguen lo que él hasta ahora ha sido incapaz de conseguir: empaquetar al anterior grupo de gobierno, el de Paco Santiago y José Antonio Perera, con documentos que en algunos casos incluso pudieran ser auténticos. ¿Auténticos? Sí, lo hemos escrito correctamente. Mena es especialista, o eso dicen algunos peritos que han depuesto ante la Justicia, en falsificar presuntamente documentos oficiales, y nada extraño habría de ser que ahora empiecen a aflorar actas de replanteo de obras del año 2009 que llevan la firma de un técnico aparejador que jura por lo más grande (incluso con comparecencia oficial este 2011), que aquellos garabatos no son los suyos.