No sabemos si es por la fauna que anda suelta por los bosques de Tenerife y por determinados despachos oficiales, pero el caso es que los tres capataces agrícolas laborales de Agricultura -sección Ganadería- que desarrollan su trabajo en esa provincia cobran 41 euros más al mes en concepto de plus de peligrosidad. No lo logramos entender, y mucho menos cuando nos cuentan que cuando protestan, la Administración les contesta invariablemente que acudan a los tribunales, que ésa es la única manera de ablandarle el corazón a la Consejería de Hacienda para que afloje las perras. Efectivamente, se sabe que todos los trabajadores que han escogido esa vía ya cobran ese plus de peligrosidad, pero curiosamente, los capataces de Tenerife no han tenido que denunciar y cobran el plus tan ricamente. Cosas del equilibrio regional, que tiene esos peligros según se mire.