Por lo demás, ¿en qué ha consistido esta nueva escaramuza política de José Manuel Soria, en este caso en comandita con Ignacio González, propietario del Centro Canario de Nacho? Pues muy sencillo, en sofocar ese conato del que se quejaba Bravo en Gran Canaria y abrir una serie de fogaleras de impredecibles consecuencias en otras muchas instituciones canarias. Es decir, la inestabilidad por la inestabilidad. Porque tras la ruptura del pacto entre CC-PNC-CCN y el PP en el Cabildo de Gran Canaria, Coalición Canaria ha quedado absolutamente liberada para abrir un proceso de revisión de todos sus acuerdos con el PP. Los primeros gritos de venganza ya apuntaban a Telde, a Firgas, a Moya e incluso a La Aldea de San Nicolás, hasta que alguien desde La Palma dio la orden de serenarse en lo que esta misma semana se convoca una permanente con carácter de urgencia que analice lo ocurrido y mida las oportunas consecuencias. Nadie quería descartar nada este lunes en CC, desde la censura inmediata en Telde, para lo que haría falta Más por Telde, hasta incorporar a Guillermo Guigou al gobierno municipal de Santa Cruz de Tenerife para poder prescindir del concejal centrista. Pasando, por supuesto, por una ejemplarizante destitución de Nacho González como portavoz adjunto en el Parlamento, con envío certificado de su noble figura a la bancada de la oposición. Pero será Fernando Bañolas quien ponga el precio a la afrenta, quien explique a su organización las terribles consecuencias que ha tenido que soportar desde el momento en que CC de Tenerife impuso el pacto con el CCN. De momento, este martes, permanente insular de Gran Canaria.