A ver si alguien nos echa una mano para aclararnos entre todos. Dice el PP que esto de las operaciones contra la corrupción en los Ayuntamientos responde a una instrucción clara del ministro de Justicia a jueces y fiscales. Que la reactivación de las fiscalías anticorrupción sólo ha servido para atacar a los conservadores (y un poquito a ATI, añadimos nosotros en plan recordatorio puñetero). La teoría tiene su enjundia, como se han encargado de resaltar los propios fiscales, los jueces y las personas con dos dedos de frente. Pero, a mayor abundamiento, si lo de Mogán era también una persecución socialista, ¿por qué a estas alturas todavía no le ha metido mano a la causa el fiscal anticorrupción de Las Palmas, Luis del Río? Ha actuado un fiscal de juzgado, el que tocó, lo que contribuiría a seguir desmontando las teorías conspirativas de la mochilita con bromuro. Perdón, con ácido bórico.