Otros asuntos de mayor enjundia, como la declaración de lesivos para el interés portuario de los acuerdos del 99 sobre concesiones que no se están cobrando de acuerdo a la ley de 2003, no merecieron más de diez minutos de debate, y qué bueno es Sánchez-Simón que nos lleva de excursión (y nos paga 600 euros por venir). De resto, un consejo de administración anodino, sin chicha, más allá del frío saludo de despedida que se dispensaron José Manuel Soria y Luis Larry Álvarez: “Hasta luego”, dijo el ex maletero al líder, que contestó con desdén levantando con pereza una mano. Los cronistas no tienen registrado el momento en que se encontraron al comienzo de la reunión, pero les podemos garantizar que no se dirigieron la palabra en todo el consejo y que las cosas andan bastante chungas entre ambos. Dentro del PP se cruzan apuestas y de momento van ganando las que no dan un euro por ninguno de los dos para el día siguiente al día M, hora 9.