Frente a ese reconocimiento, se constata que ninguno de los redactores de Socater que secundaron la huelga ha sido contratado para cubrir las tres bajas que se han producido entre los editores del Ente en Gran Canaria. Y mientras en ese centro se han producido dos excedencias voluntarias y una baja en puestos de edición, en Tenerife, Daswani ha decidido despedir a un editor de informativos. Su delito fue dejar muy alta la audiencia de los informativos insulares, que en la nueva temporada están perdiendo espectadores de forma considerable. Primero intentó aburrirlo pasándolo al fin de semana; luego le amenazó con echarlo a la calle. Al final, la propia televisión pública ha reconocido que se trata de un despido improcedente, que es la mejor forma de cargarse al que estorba y lo paguemos entre todos. Pero no creemos que se trate de un abuso de autoridad, porque avisamos que hay directivos que no se conforman con despedir a los que están por debajo, también tienen interés mover sillas superiores para ocuparlas.