No hay que enlazar los movimientos sísmicos en el interior del PSC con la remodelación que ha hecho Saavedra en el equipo municipal de Las Palmas de Gran Canaria. O al menos no debe leerse en esa clave todo lo ocurrido. Al alcalde le ha faltado una pieza para rematar esta segunda crisis fortaleciendo su Gabinete de la Alcaldía con una persona que le cubriría dos flancos fundamentales, el control de su secretaría particular (asesores, secretarias, secretarias de los asesores, protocolo, protocolo del protocolo...) y la dirección política del Gabinete de Comunicación. Se lo ha ofrecido varias veces a Salvador García Llanos, que aún no le ha dicho que sí, y se resiste. El martes se verán los dos para seguir hablando del asunto.