Mientras se empiezan a librar todas estas batallas, uno de los empresarios llamados a desempeñar un importante papel en el futuro, Sebastián Grisaleña, acaba de regresar de una visita empresarial a Madeira. A falta de un Gobierno que menee la neurona o de una patronal que descienda del campanario, fue Grisaleña el que invitó a un selecto grupo de empresarios representantes de varios sectores para entrevistarse en la isla portuguesa con el vicepresidente de la región y con un amplio ramillete de colegas. Desde una línea marítima que conecte ambos archipiélagos hasta asuntos turísticos y comerciales, pasando por la colaboración para potenciar a Canarias como plataforma logística hacia África de las producciones lusas, la expedición empresarial canaria se trajo un amplio paquete de decisiones a las que tendrán que hacer frente los responsables institucionales de aquí. Cuando tengan un ratito, claro, que tampoco hay que estresarse.