No vean el mosqueo que tiene Sebastián Grisaleña, presidente de Cecapyme y alma mater de otras organizaciones y asociaciones empresariales, con la compañía Mapfre Guanarteme. Lo anda contando por todos lados, lo cual hace comprensible que nos hayamos enterado nosotros también. El hombre está dispuesto a iniciar acciones de todo tipo, empezando por las políticas. Por ejemplo, que nadie se extrañe de que este mismo viernes hable con el secretario de Estado de Economía para decirle cuatro cosas bien dichas de la actuación de esa aseguradora. El caso es que el hombre todavía anda esperando a que le paguen los desperfectos sufridos por el incendio de las naves industriales de su propiedad que ardieron el 21 de octubre en la urbanización industrial de El Goro, en Telde. Le ha pasado de todo, y gracias a que es un hombre de iniciativa, ha podido aguantar el pulso, a menos por el momento.