El sumario del caso Edén no deja muchos resquicios a la duda. Una vez el escándalo había estallado, los imputados trataban de implantar una estrategia de defensa que consistiría en convertir al PSOE en cómplice de algunas situaciones. El concejal socialista Francisco García Santamaría(denunciante del caso) era el objetivo, y hacia él se dirigieron diversas presiones, incluida seguramente la de alguna información comprometida que sobre él podría tener el cabo primero Rodríguez, separado del cuerpo por esta causa penal. El cabo ejerce, según los investigadores, de componedor entre el empresario Pedro Suárez, el alcalde y sus concejales, frente a los socialistas, a los que se llegó a pedir que votaran favorablemente la concesión de algunas licencias urbanísticas con informes técnicos y jurídicos desfavorables. Y es el cabo quien telefonea a Pepe Segura un 11 de mayo de 2008 para quedar en verse al siguiente fin de semana. En el oficio enviado al juez, la Guardia Civil concluye que en aquel momento ambos interlocutores no se conocían de nada. Segura estaba en una boda en Gran Canaria y quedaron para “el domingo por la mañana”.