Llanos, efectivamente, ya no esconde su deseo de apoderarse de la presidencia insular del PP tinerfeño, y a pesar de ser primer teniente de alcalde en Santa Cruz, vivir allí y ser hombre fuerte de ese Ayuntamiento, tiene su cuartel general en el Comité Local de La Laguna. Sabe que los compromisarios que obtenga por esa ciudad serán claves para el congreso insular, previsto para dentro de un año, más o menos. Cuenta con la inestimable ayuda del portavoz lagunero y presidente local del PP, Rafael Becerra, un hombre que Llanos puso allí con el único apoyo de Larry Álvarez para obtener unos ridículos resultados que llamaron la atención ncluso de la dirección nacional del partido. Becerra tiene la flojera necesaria para agacharse y dejar que Llanos utilice La Laguna como plataforma de lanzamiento a su candidatura insular pepera. El resto del partido lo sabe, y todos se mueven para evitar colocar la organización en manos de este iluminado.