Creado el problema, es norma para los gestores eficientes arbitrar una rápida solución. Arreglar este entuerto pasa necesariamente por negociar con los afectados para evitar que soliciten la ejecución de las sentencias. Huelga decir que lo primero con que debe contar una negociación es con la voluntad negociadora de la parte fuerte, salvando todas las sentencias que más bien hacen ahora de la Administración la parte más débil -con su pan se lo coman-. La jefa de Servicio responsable de las negociaciones no sabe mucho de eso de la voluntad y si seguimos ascendiendo nos encontramos con el director general de la Función Pública, Pedro José Rodríguez Torrens; más de lo mismo. Las siguientes en la lista de responsables de este desaguisado son la viceconsejera, Francisca Jesús Sarmiento Peña, y la consejera, Australia Navarro. Mejor no hablar, pues están en las antípodas; no se enteran o para ellas son “cosas de arriba”.