Ya vienen los uniformes

Ya vienen los uniformes por la punta de La Isleta, y el que no tenga pañuelo, que se ponga una pañoleta. O un chaleco reflectante sobre el polo y los vaqueros. Ese es el panorama que se presenta al Cuerpo Nacional de Policía si la nueva vestimenta reglamentaria no llega antes del domingo, día de las elecciones europeas, de cuya custodia se va a ocupar en aquellas poblaciones canarias donde es competente. La delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento, ha dedicado unas cuantas horas de su ajetreada agenda a desmentir a los sindicatos y a nuestras fuentes, pero no en lo que a la carencia de uniformes se refiere, sino a la falta de un número adecuado de emisoras. A Radio El Día ha declarado que “aunque se ha dicho, es mentira” que vayan a estar insuficientemente comunicados los agentes para una fecha tan señalada. O que se les haya pedido expresamente que lleven sus teléfonos móviles particulares para suplir esas carencias. Lo comprobaremos in situ. Como haremos con los uniformes, que están a punto de llegar cinco años después de su implantación, aunque no con la antelación suficiente para que los policías puedan darles una primera lavada que ablande las rigideces propias de la confección. Como hemos publicado en Canarias Ahora, los esfuerzos gubernamentales por evitar el pago de emolumentos a las policías locales, que habitualmente comparten con la Policía Nacional la custodia de los colegios electorales, han conducido a tan alto grado de improvisación que no habrá ropa para tanta gente. Pero siempre hay una solución, la que ha adelantado la misma delegada: si no nos alcanza, llamaremos a la Policía Local para que eche una mano. Tanto esfuerzo para acabar en las mismas.

El carril reversible se desmorona

Lo han dicho los técnicos y los políticos con responsabilidades en el Cabildo de Gran Canaria: eso del carril reversible que propone el alcalde Cardona es una ocurrencia. Por no calificarla de disparate. Ni se ha propuesto ni se está estudiando, sencillamente es una creación más de esa factoría de animación que campa a sus anchas por la sexta planta de las oficinas municipales de Las Palmas de Gran Canaria. Cardona califica la idea de “solución imaginativa”, y asegura que si la ha lanzado es para abrir un debate sobre los problemas de cogestión de tráfico que en muy determinadas horas del día se plantea en la avenida marítima en dirección Norte-Sur, en concreto desde El Sebadal hasta la Casa del Coño, con perdón. Ni está en estudio ni por lo tanto se ha calculado su coste y las consecuencias que pudieran derivarse de su aplicación, si es que se aplica. El alcalde vuelve a mover el árbol de las ocurrencias a ver si en una de éstas cae alguna solución aplicable. Porque reducir a un solo carril el tráfico Sur-Norte para hacer un carril reversible desde el Club Náutico hasta Belén María suena tan disparatado que hasta parece mentira que se le haya podido ocurrir a alguien en pleno uso de sus facultades. Porque no es uno, son dos los túneles que a través de los cuales se cruzarían un carril de ida y el otro de vuelta, con las consecuencias que eso pudiera ocasionar en caso de colisión o de avería. Porque hasta esas contingencias hay que pensarlas antes de lanzar ideas tan imaginativas.

Clavijo y Abreu se tiran los platos

Las diferencias vienen de lejos, pero se han exteriorizado esta semana ante una nueva –y seguramente nada definitiva- llenada de cachimba del primer teniente de alcalde de La Laguna, el socialista Javier Abreu. Su alcalde, el nacionalista Fernando Clavijo, pasa por ser uno de los más adelantados críticos con el pacto que Coalición Canaria mantiene con el PSOE, y ha dedicado casi todo su mandato como secretario general de los nacionalistas en Tenerife a acusar al socio de deslealtades múltiples, y a partir de ese planteamiento, poner en remojo los acuerdos en las corporaciones donde ese pacto sostiene a gobiernos locales. Hasta que le ha llegado la hora de responder por lo que el PSOE lagunero considera una deslealtad continuada. Abreu ya ha decidido plantarse y echar en cara al alcalde todos los puenteos y puteos a los que considera que ha sido sometido. La gota que ha colmado el vaso vino por una cuestión que puede considerarse menor: un convenio con el Cabildo de Tenerife para el adecentamiento de los jardines de la autopista, cuyo estado lamentable ha sido utilizado como arma arrojadiza contra los socialistas por gran parte de las asociaciones de vecinos, histórica y mayormente controladas por ATI. El convenio ha sufrido un año de retraso como consecuencia de los reparos puestos por el interventor municipal, lo que obligó a Abreu a sostener numerosas reuniones, replanteamientos y negociaciones hasta su reciente desbloqueo. Y cuando todo parecía encaminado, va el equipo de Clavijo y monta, a espaldas del primer teniente de alcalde socialista, una magna rueda de prensa de presentación junto al presidente del Cabildo, el también nacionalista Carlos Alonso. Cuando Abreu se entera por las previsiones del gabinete de prensa, tan sólo una hora antes de los fastos, telefonea al alcalde, que le pide que se incorpore al acto, a lo que el ofendido se niega.

Las pulgas que crían las medias

Casi dos horas estuvieron reunidos este martes Fernando Clavijo y Javier Abreu para disipar las diferencias. El alcalde ha reconocido los errores, es decir, las deslealtades, y se ha comprometido a embridar a los suyos para que se dejen de hacer putaditas al socio, hasta ahora sujeto a la más estricta lealtad. No sabemos si Abreu le ha creído y si será capaz de fiarse de alguien que le oculta una rueda de prensa prevista para el lunes después de haberse pasado juntos todo el domingo en la romería de Valle Guerra. Pero mucho nos tememos que no le va a quedar otro remedio, aun a sabiendas de que la potestad para romper el acuerdo y mandar a los concejales socialistas a la oposición es del alcalde, que seguramente ya lo tendrá previsto tras el verano para encaminarse a la campaña electoral de 2015 sin ese lastre que tantas veces ha puesto sobre el tapete en otras corporaciones donde se repite el acuerdo gubernamental. Una paradoja esta la de criticar por desleal al PSOE y sucumbir en casa al mismo pecado que denuncia. Pero es lo que tiene ir a medias, que crían pulgas. La oposición, particularmente Socialistas por Tenerife, ha aprovechado la coyuntura para insistir en la endeblez del acuerdo entre nacionalistas y socialistas y para recordar que hay algunos asuntillos que ambos se tapan que requieren un poco más de claridad. Por ejemplo, las campañas de publicidad y propaganda, que empiezan en los presupuestos con una consignación de 200.000 euros al año y terminan rebasando el millón. O las aportaciones que, para tal causa, hacen algunas empresas proveedoras, que “compran medios y periodistas”, en palabras de un destacado líder opositor. Es la oposición la que resalta, como quiebra más significativa, la encuesta que ha promovido la alcaldía para testar el estado de opinión de los laguneros. Es esa, la de la participación ciudadana, una competencia del PSOE que el alcalde se arroga gastándose oficialmente 17.000 euros que, en realidad, acabarán en 60.000 gracias al fraccionamiento de contratos y facturas. Son, al fin y al cabo, las tiranías de los pactos que se establecen según la doctrina del mal menor.