“Todo pueblo tiene sus mujeres”. Ese era el título del acto que este martes protagonizó en Las Palmas de Gran Canaria la vicepresidenta de lo que queda de este Gobierno, Mari Mar Julios, que a su vez es candidata al Parlamento por Gran Canaria y por CC. Efectivamente, todo pueblo tiene sus mujeres. Y sus idiotas, añadimos nosotros acudiendo al mismo derecho que la señora Julios otorga a los parlamentarios regionales a la hora de expresarse en la Cámara. La vicepresidenta dijo este martes que no le parece bien que Soria sea juzgado por mentir ante la comisión de investigación del caso eólico, y se metió en un jardín tan frondoso que dudamos mucho que sea capaz, dadas sus luces, de salir de él de aquí al 27 de mayo. Ningún pueblo se merece una política así, y mucho menos una vicepresidenta así, que bendice la mentira en sede parlamentaria, que confunde el delito con la política y con libertad de expresión, que no tiene ni idea de lo que pasó, y que no sabe dónde le queda la mano derecha. O la izquierda, si es ella la que se la busca.