Crecen de modo incesante en el PSOE canario las voces que hablan de lo mal amañado que es Juan Fernando López Aguilar. Creen en su discurso, lo aplauden a rabiar porque es el de la regeneración política que necesita Canarias. Nada de pactos ni componendas, de trapisondas para que terminen mangoneando los mismos. Un discurso para ilusionar a la gente, para ir a votar cuando toca. Pero falla él. Este miércoles volvió a dejar pasar la oportunidad de decir que se presenta, que es capaz de trasladar ese discurso a la acción, de hacerlo que penetre en la organización política a la que pertenece. En La Palma, hace unos pocos días, un nutrido grupo de militantes de base le aclamaba con pasión: “Te preferimos aunque sea a través del teléfono móvil”. Pero es su mensaje lo que apasiona, lo que le ha hecho ganar dos elecciones seguidas. Él es ahora mismo el indeciso.