Hubo algunas expresiones sueltas que no podemos dejar de ofrecerles a todos ustedes, como cuando habló de nuevas promociones en las que se incluye “la lectura no leída” o el “cierto resentimiento que se aprecia a la hora de elegir vacaciones” en algunos de los países emisores de turismo hacia Canarias. Tuvo otros lapsus más gloriosos, como el que le atacó en el momento de explicar que los turistas peninsulares “tienen mucha más facilidad [para acudir a las playas del levante y sur español] porque lo pueden hacer a través del Metro o del tren, perdón, del tren o del coche”. El bochorno acabó gracias a que por la megafonía del aeropuerto en que se encontraba la consejera sonaron unos piticlines que sirvieron de excusa perfecta al periodista para dar por terminada la entrevista y poder dedicarse a tareas más edificantes y verdaderamente informativas.