Pero, qué le vamos a hacer: el amigo Rodríguez (Gago) se ha cargado con una serie de querellas que no sabemos cómo va a sobrellevar por lo que dice de nosotros en Libertad Digital y en otros foros. Informar de cosas que no gustan a muchos es una cosa, y otra bien distinta es reaccionar como hace este disparatado personaje de folletín. Nosotros no contamos cosas personales, ni si fulano tiene psiquiatra y de qué nacionalidad es, ni la forma de vivir la cosa íntima de cada cual. Sólo lo que se relaciona con lo público, y así seguiremos, pese a las provocaciones. Este mismo jueves, el tal Rodríguez habrá de acudir a la necesaria conciliación previa y preceptiva a una querella que le hemos interpuesto por insultar. Una de varias. Sería bueno que se constituyera personalmente para mirarle a los ojos, pero a lo mejor no acude. Porque nos tememos que esos personajes, además de gamberros de la calle del insulto, son cobardes. Les contaremos.