Hay otra vertiente del asunto Anfi Tauro que sigue pasando desapercibida para el común. Las cuestiones jurídicas, urbanísticas y turísticas son pecata minuta para las decenas de familias afectadas por el desarrollo de la urbanización, a las que se les prometió, vía convenio, trasladarlas a unas nuevas viviendas en la zona de Motor Grande, barranco de Puerto Rico arriba. La muerte de Lyng, firmante de ese convenio, y la informalidad del alcalde de Mogán, Paquirrín González, la otra parte contratante, han frustrado los acuerdos. Los vecinos se están viendo abocados a acudir a los tribunales ante el cariz que toman los acontecimientos y el riesgo de quedarse en la calle. Por eso y por varias cosas más (rechazo a las obras que ejecuta la constructora Santana Cazorla) anuncian manifestación para el próximo día 25, a las 10.00, en la misma playa de Tauro.