Debe ser cosa de la costumbre, del hábito de moverse con absoluta naturalidad entre el negocio y la política, entre lo público y lo privado, sin reparar ni en gastos ni en zarandajas relacionadas con al reglamento y las mínimas normas de ética y buen gobierno. El Parlamento de Canarias ha comunicado a la magistrada Margarita Varona que todo lo que se sabe en la Cámara de la actividad profesional del diputado Manuel Fernández es que es ingeniero técnico industrial. No consta en su declaración de incompatibilidad que haya sido asesor, mano derecha, báculo, consejero y confidente del empresario Björn Lyng desde el 1 de enero de 1970, ni que hubiera suscrito un contrato de prestación de muy concretos servicios el 1 de diciembre de 2006. Ambas fechas y relaciones las reconoce Fernández en su declaración ante la juez que instruye el caso salmón.