Estuvimos a punto de tocar con los dedos la felicidad prometida en el paraíso de Adán, de Adán Martín, pero algo lo estropeó todo. Por eso no tenemos mejores transportes que nos acerquen más, ni la educación ha salido de su empeoramiento imparable, ni la corrupción deja de darnos sobresaltos cada mañana. Y para colmo, la sanidad no funciona como nos prometieron. Es un panorama poco gratificante, y de eso se queja el candidato socialista a la Presidencia, Juan Fernando López Aguilar, cuando reprocha a los periodistas que le preguntemos siempre por cosas negativas. Pero, ¡qué le vamos a hacer! En Tenerife, donde la sanidad es bicéfala (el Cabildo y el Servicio Canario de Salud se reparten la gestión hospitalaria) el cabreo parece haber llegado a límites insuperables y se prepara para el día 24 una marcha por el derecho a la salud que, de momento, tiene a la UGT como principal promotor.