Desde el Ayuntamiento tienen claro que aquella postal idílica que vendió la ex alcaldesa en encartes a todo color y vallas por la ciudad no pudo costar los 14,5 millones en que se adjudicó el concurso de proyecto y obra a la UTE formada por FCC y Santana Cazorla. Los ganadores del concurso han tenido que hacer un proyecto reformado, y en la oficina de Urbanismo andan afilando el lápiz para que el nuevo presupuesto se ajuste un poco más porque, de lo contrario, están dispuestos a ir a una nueva adjudicación y anular el actual contrato. Solamente en ganar terrenos al mar con una escollera que impida que la marea llegue hasta el teatro Pérez Galdós, va a costar unos 20 millones de euros. Costas y el Cabildo ya han dicho que arrimarán el hombro, pero falta el Gobierno, para el que miran ahora las restantes instituciones. Madrid está, a ver qué dice ahora Paulino.