De todo ello se concluye que si se dimitiera por mentir como en USA o en Alemania, o en Finlandia y otros sitios exóticos, Antonio Castro, perito agrícola nacido y poco ejercido en la isla de La Palma, tendría que irse después de varias décadas. Pero no se va a ir y por ello da pie a pensar si será cierto que se ha mantenido tantos años por decir poco y, cuando es menester, mentira. La segunda conclusión de las informaciones relacionadas con esta ampliación de la GC-1 es advertir que Carmelo Suárez, el concejal frustrado pero inasequible al desaliento, representante de entes imaginarios, no acierta a decir lo correcto ni cuando se lo ponen fácil. La tercera conclusión es que a lo mejor es cierto que hay chapuza sobre chapuza en esa carretera y hay que advertir seriamente al director de la obra. Por último, que Soria estuvo bien, pero que muy bien, con su iniciativa a pie de obra para certificar lo fácil que se coje a un mentiroso cuando la mentira está a la luz del día, trazada con asfalto.