Dos noches enteras sin dormir esperando la rueda de prensa de Manuel Torres para que, al final, nos hiciera lo que nos hizo. Y lo que nos hizo fue, sencillamente, frustrar nuestras esperanza de ver ante nosotros a un ex director general de fútbol de la UD tirando de la manta, sacando dossieres y vídeos conteniendo tórridas escenas explicativas de la vida disoluta que llevan técnicos, jugadores, accionistas, políticos, periodistas y cuidadores de césped. Nada de eso. Ni siquiera contó la verdad de lo que gana y lo que piensa ganar con su marcha. Pero en otras cosas no nos decepcionó, como cuando decidió otorgar un minuto de tiempo a los periodistas para que decidieran si, “bajo la responsabilidad de ustedes”, le formulaban alguna pregunta. Dicho lo cual, se levantó y se retiró, para regresar triunfalmente un minuto después y someterse a las cuestiones de la peña, que alucinaba -una vez más- en colorines.