Al magistrado José Antonio Martín le amparan los mismos derechos constitucionales que a cualquier ciudadano español, especialmente el de la presunción de inocencia. Pero al igual que cualquiera que esté incurso en un proceso judicial, está expuesto a que los medios de comunicación informen al respecto. Tratándose de la personalidad de que se trata y del cargo que ocupa, es absolutamente relevante dar todo tipo de información sobre esta investigación judicial. Si se demostrara que el señor Martín ha actuado de modo impropio en un juez, que ha delinquido o que ha utilizado su cargo para beneficiarse o beneficiar a terceros, deberá pagar por ello conforme al ordenamiento jurídico. Y si nada se demostrara, nada habrá de pasarle y en tal caso quedará repuesta su honorabilidad y la del cargo que ejerce. Para tales fines es fundamental, sin embargo, que se actúe con la máxima independencia y el mínimo de corporativismo. La Sala que habrá de instruir está formada por magistrados de desigual trayectoria. La preside Antonio Castro Feliciano, y le acompañan en el envite personalidades como su antecesor.