Ahora lo entendemos todo. No era solamente compañerismo o un prietas las filas, que la corrupción es un ataque de los socialistas desde las alcantarillas del Estado. Lo que en realidad tenía a Rajoy con apreturas es lo que se ha descubierto este martes, con la publicación en El Confidencial de Jesús Cacho que había disfrutado de unas estupendas vacaciones en Gran Canaria invitado por la agencia de viajes del capo de Gürtell, Francisco Correa. Si a eso unimos lo que llevamos años publicando aquí sobre el mitin del presidente del PP en Arguineguín pagado por Grupo Europa, ya tenemos una explicación más que humana, más que razonable, para que el líder nacional de la cosa considere normal que su hombre en Canarias viaje gratis a escuchar música y a pescar salmón con un empresario al que luego benefició con unas miles de camas turísticas. Mariano es todo corazón.