Damos absoluto crédito a la versión de nuestra informante porque, además de ser hermana del afectado, es de absoluta confianza. Al encontrarse con su hermano, que acudía a votar papeletas en mano y en compañía de otros ancianos residentes en el mismo lugar y de algunas monjas, la dama preguntóle por el signo de su voto, sabedora de cuál ha sido siempre, a lo que el interfecto respondió que no lo conocía, que llevaba exactamente los sobres cerrados que le habían facilitado las monjitas. Se alarmó la hermana del votante, que abrió los sobres y descubrió que todos los votos iban para el PP. Desconocemos cuántos de los alrededor de 400 residentes de ese asilo fueron tan amablemente invitados a apoyar a ese partido, y si ese día, para celebrarlo, dieron puchero de almorzar en Tafira Baja.