Por más que hemos preguntado nadie ha sido capaz hasta el momento de indicar cuánto ha costado la discreta y minimalista reforma del despacho de Paulino Rivero. Lo dejaremos pendiente a que algún día alguien levante una alfombra zen y aparezca un puñado de facturas. Pero estamos seguros de que Manuel Martínez Fresno no cobró, estaría bueno. Manolo es una persona entrañable, muy educada y con una alta preparación para las tareas institucionales. Tanto es así que en ocasiones se le va la mano e invade terrenos que ya no le corresponden, como los que le son propios del jefe de protocolo, Ángel García, otro encanto de persona que sustituyó al primero cuando fue elevado a la categoría de director general. Pero los afanes de Martínez Fresno le han llevado dejar de lado en demasiadas ocasiones sus verdaderas responsabilidades, especialmente en materia de participación ciudadana.