En las direcciones insulares del PSOE y de Nueva Canarias empiezan a estar hasta las narices de las escaramuzas de sus concejales en San Bartolomé de Tirajana. A menos de un mes desde que se recompusieran las relaciones y Conchi Narváez, por el PSOE, y la alcaldesa Mari Pino Torres, por NC, se prometieran respeto y sintonía eternos, una moción presentada el viernes al pleno volvió a quebrar la frágil paz. El objeto de la moción, muy hábilmente planteada por la oposición de Marco Aurelio Pérez para seguir laminando al pacto, era reclamar del Gobierno de Canarias la devolución de las competencias cedidas a la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural para así poder parar las obras de la cárcel de Castillo del Romeral por la vía de en medio. Y se armó otra vez.