El capítulo más contemporáneo se titula Con el moro bueno el Polisario, contra el moro malo Hassan de los monos (1975-1986). Porque Canarias juega un papel muy divertido en el libro, para desazón del coalicionero y agrio Isaac Valencia. El dibujante Outumuro, en la revista Por Favor (1976), es el primero que plasma de forma sutil el imaginario deseo de reivindicación magrebí sobre estas Islas, que luego Summers volviera más grueso. Surgían así los nuevos trajes folklóricos canarios: masculino con chilaba y turbante y femenino con velo. Al chiste le precedía esta leyenda: “Se autoriza el regionalismo. Renovación y puesta al día de trajes regionales”. Las Cortes del harakiri legalizaban sólo los partidos regionalistas pero el humorista lo elevaba al absurdo y vaticinaba que el nacionalismo la convertiría en una autonomía medio árabe, certera predicción, como se ve 30 años después.