Tras Canarias7 hemos ido nosotros, que también hemos abierto nuestras líneas de investigación hasta dar con un elemento altamente revelador: que las bases fueron manipuladas para facilitar a Lifeblood presentarse y ganar. Esa coincidencia en el empeño y en la identificación del partido perjudicado por el empeño, el PP, llevó a Soria a afirmar desde el primer día que todo era falso, que la noticia respondía a las “obsesiones” del dueño de Canarias7 contra él. A esa teoría se sumó este fin de semana Mercedes Roldós, que en ABC hablaba de “carroñeros en algunos medios de comunicación y también en la política”. Es cierto que Canarias7 ha cambiado de estrategia, que ahora persigue a Soria por tierra, mar y aire desde que Juan Francisco García le jurara que se las pagaría. Pero el fondo de las informaciones nadie lo ha desmentido amparándose en que se trata de decisiones técnicas en las que no influye ningún político. ¿Y si en algún momento pudiera quedar demostrado que algunas de esas decisiones situadas en el campo de “los técnicos” fueron adoptadas por indicaciones de “los políticos”? Porque no nos imaginamos a algunos agentes que han intervenido en el proceso comiéndose el marrón en solitario y sin beneficio alguno.