Lo bueno que tienen los bocazas es que mueren como los peces, tragándose sus propios anzuelos y con la misma carnada que ponen para que los demás piquen. En este audio que les ofrecemos a continuación pueden escuchar a Andrés Chaves contando una reciente experiencia con un empresario al que, al parecer, cobraba unos euros a cambio de unas campañas de dudosa finalidad comercial. Lo deducimos porque, como observarán, en un momento dado exclama que al empresario en cuestión se le ha acabado eso de “decir '¡coño!, dale a este, o compras el espacio para que le dé” o no habrá manera. “Ahora vas a escuchar aquí lo que yo quiera decir”, exclama en otro momento después de relatar cómo ese empresario lo hizo esperar varias horas en la antesala de su despacho para cobrar “una facturita” de publicidad. “Como un hijoputa”, “humillado”, dice que se sintió, por lo que, ya encarándose en antena con el autor de esas humillaciones, le espetó: “Ahora me van a oír, y me da igual que me sienten en el banquillo (...) Bueno, pues si pierdo, lo pago”, suponemos que con el dinero de otro empresario al que esperará haciendo antesala unas horas.