Mucho Soria el que se pudo ver en la tribuna de oradores. Y muy sobrado en ocasiones. Es una lástima que sepa tan poco de poesía y se haya quedado en la cursilería, porque con el porte que tiene y esa viril manera de agarrar el taca-taca, bien podría el hombre dedicarse a la lírica. Estamos seguros de que volvería loco al respetable, tanto de un lado como del otro de la frontera sexual marcada por Fraga. Pero mientras practica, enviamos gratuitamente algunos consejos a sus asesores de imagen y de discursos, más que nada pensando en la remotísima posibilidad de que algo se le pueda venir encima. Por ejemplo, no es conveniente que suenen en boca de Soria los siguientes vocablos y/o conceptos: corrupción, Taliarte, sablazo, buen rollito, libertad, pisotear, ninguneo, muelles deportivos, Gran Marina y gas. El orden es aleatorio, pero se pueden cruzar. De nada.